Wednesday, May 24, 2006

mty

¿Por qué habrá tanta gente estúpida en esta ciudad? El proyecto de explotacción obrera, redes de producción en grandes consorcios, asociaciones, familias (el caso Alfa) han logrado hacer dormir la inteligencia y el sentido común. Sin reflexión, sin interés en la condición humana se esclavizan y llegan maquinizarse y perder toda dignidad. Bueno a ellos también les gusta entrar a la máquina y alienarse en ella, la gente de aquí no quiere pensar porque eso significa complicarse la vida: "los clavados a la alberca" se dice en los pasillos de las escuelas. Si piensas estás maldito, eres raro y posiblemente aislado.

No ocurre diferente con el gordo Aguirre, personaje ya histórico en los anales de mi vida que no ha podido entrar a las redes de conducta maquinal, no porque no quiera sino porque no puede; todos lo rechazan, las mujeres lo ignoran y ha encontrado refugio en libros, su única defensa contra el ataque de los bárbaros.

Anoche estábamos tomando un café, le pedí que le sacara el teléfono a una chica que estaba sentada en la mesa contigua. Aguirre se puso rojo de vergüenza, "¿yo? ¿de verdad quieres que lo haga yo?", "vamos, repliqué, dile que eres director ejecutivo en grupo Allen", de hecho lo era.
Aguirre se animó y le sacó el teléfono a la hermosa joven, regresó entusiasmado, no cabía de gusto en su enorme y grasoso cuerpo. Se quedó pensando un rato y me dijo "tal vez deba invitarle una copa ahora, no crees". "Muy inteligente de tu parte Aguirre, anda hazlo, yo me voy a mi casa". Y lo hizo.
Salí, pero los espié: la chica se aburrió de él y fingió una huída emergente. Aguirre salió y me vio, estaba enojado: "desquítate con ella" le dije porque quería golpearme. Estaba como loco, se sentía rechazado una vez más. Dos días más tarde leí que Aguirre fue enjuiciado por haber golpeado a una estudiante de mercadotecnia del tec.
Decidí hacer algo al respecto. Conseguí el teléfono de la chica y le llamé por teléfono, fingí ser un conocido de la escuela, etc. no fue problema. La joven, cuyo nombre de pila es Sarah (creo que es con h), estaba transtornada; no entendía por qué le había pasado eso y con un gordo despreciable, lo insultó hasta el hartazgo, yo le conté algo de mí, que me gustaban las motocicletas y que disfrutaba ir al cine VIP. Sarah mostró interés en lo de las motos así que la invité a dar una vuelta.Después nos fuimos a un hotel, estaba tan agradecida conmigo, tan relajada. Sentí pena por ella, pero yo ya estaba decidido. Tomé un martillo de mi maleta y la golpeé hasta matarla, luego fui a entregarme a la policía. Me dieron veinte años que podrían reducirse a 10 si tengo buena conducta. También fingí un crudo arrepentimiento, me arrojé a los pies de la madre de Sarah y le supliqué perdón. Aguirre me visita seguido en la cárcel. Estoy mejor ahí que en la ciudad, leo todo el tiempo y he encontrado paz lejos de las redes de producción, comunicación, etc. Hemos planeado irnos de México. A ver si mi odio a la estupidez desaparece.